Estos últimos días estamos viendo como las plazas céntricas de nuestra localidad van muy lentamente cerrando su estado "en obras". Contemplamos la finalización de la calle Sevilla y plaza de España y ahora es la de la Constitución la que va tomando formas.
Dentro de las novedades, en dicha plaza han instalado nuevas farolas para iluminar el entorno. Cuatro farolas de gran altura que más bien parece las eliminadas palmeras que durante 13 años fue testigo de acontecimientos y que a posteriori han sido instaladas en también en el “eterno” Alambique.
Dicen que sobre gustos, los colores, pero no hay que saber mucho de arquitectura, arte, diseño, etc., para entender que las nuevas farolas no acompañan al entorno arquitectónico. Si en 1.993 la señora Alicia de Navascuez arquitecta de la rehabilitación de esta plaza instaló una iluminación que poco tiempo después tuvo que ser sustituida, creo que con este nuevo mobiliario pasará más de lo mismo. Según he podido conocer por fuentes del consistorio, éstas “nuevas palmeras” ya estaban aprobadas en el proyecto de 2.006, aunque esto no justifica que los actuales gobernantes (que tienen ojos en la cara) hayan visto oportuno de instalarlas en otro sitio alejado del centro histórico y simplemente reubicar las anteriores, que guardan más formas con la fisionomía de este lugar emblemático de Rociana.
Si en normas generales la “recuperación” de las nuevas plazas no me atrae absolutamente nada, éste detalle que hace unos días vislumbramos frente a la fachada del ayuntamiento, hacen que este proyecto siga siendo, para mi gusto, una desilusión.
Dentro de las novedades, en dicha plaza han instalado nuevas farolas para iluminar el entorno. Cuatro farolas de gran altura que más bien parece las eliminadas palmeras que durante 13 años fue testigo de acontecimientos y que a posteriori han sido instaladas en también en el “eterno” Alambique.
Dicen que sobre gustos, los colores, pero no hay que saber mucho de arquitectura, arte, diseño, etc., para entender que las nuevas farolas no acompañan al entorno arquitectónico. Si en 1.993 la señora Alicia de Navascuez arquitecta de la rehabilitación de esta plaza instaló una iluminación que poco tiempo después tuvo que ser sustituida, creo que con este nuevo mobiliario pasará más de lo mismo. Según he podido conocer por fuentes del consistorio, éstas “nuevas palmeras” ya estaban aprobadas en el proyecto de 2.006, aunque esto no justifica que los actuales gobernantes (que tienen ojos en la cara) hayan visto oportuno de instalarlas en otro sitio alejado del centro histórico y simplemente reubicar las anteriores, que guardan más formas con la fisionomía de este lugar emblemático de Rociana.
Si en normas generales la “recuperación” de las nuevas plazas no me atrae absolutamente nada, éste detalle que hace unos días vislumbramos frente a la fachada del ayuntamiento, hacen que este proyecto siga siendo, para mi gusto, una desilusión.